Mariela Farber fue parte del 30% de inscriptos que viajaron desde distintas partes de la Argentina para asistir a la carrera. Ella vino desde Buenos Aires, acompañada por su esposo y por sus siete hijos, quienes aprovecharon para conocer Tucumán y apoyarla en su recorrido.
La cuestión es que Mariela decidió emprender rumbo hacia la provincia para hacerles frente a los 21 kilómetros. Más allá de la posición en la que quedara, dijo que su objetivo era disfrutar de la experiencia. Pasadas las 11 cruzó la línea de meta y fue recibida por toda su familia, que la alentaba a los gritos desde las vallas. “El calor hizo que fuera un poco más difícil, pero la verdad es que cuando vas llegando la sensación es única”, dijo mientras se tiraba encima el agua de una botella para refrescarse y bajar su temperatura.
Según contó, viajaron exclusivamente para que ella formara parte de la carrera. “Llegamos el jueves y ya mañana (por hoy) nos volvemos a Buenos Aires. Si bien vinimos para esto, también aprovechamos el fin de semana largo para hacer un poco de turismo y recorrer Tucumán”, explicó.
Apenas recibió la medalla, sus siete hijos de 16, 14, 12, 9, 7, 6, 5 y 2 años corrieron a abrazarla fuertemente. “Siempre me hacen el aguante en todas las carreras en las que me anoto. A veces, si son muy temprano, faltan, pero hoy hasta madrugaron para venir a acompañarme”, sostuvo.
Mariela dijo que aprovechó el circuito de la carrera para poder conocer algunos rincones de la provincia que no pudo visitar por falta de tiempo. “La verdad es que me gustó mucho ir por las calles y ver un poco más de la ciudad. Estoy agradecida de haber podido venir hasta acá para competir; me encantaría poder viajar por las distintas provincias para conocer el país de esta manera, así que cada vez que se presente la oportunidad la voy a aprovechar”, anticipó.